RECUERDOS SOBRE LA AMISTAD ENTRE DOS GENIOS

Quiero escribir estas letras en homenaje a nuestro amigo Pepo y hablar de lo que recuerdo de él y de la relación que mantuvo con mi padre, Manuel Rueda. Pepo y Rueda eran dos artistas con trayectorias vitales, estilos y circunstancias personales muy diferentes que supieron no perder el hilo de una profunda amistad mantenida a lo largo de los años. Recuerdo el Pub de Pepo y la exposición que Rueda celebró en el mismo hace ya muchos años. La mezcla del ambiente bohemio del lugar con las obras surrealistas de mi padre crearon una profunda atmósfera que transportaban al observador fuera del tiempo y del espacio. Pepo era un hombre sencillo, generoso, entrañable y soñador, siempre con esa leve sonrisa entre el ahora y el vislumbre a otro mundo que solo él conocía pero que se percibía con solo mirarle un instante. Pepo y Rueda se admiraban mutuamente y, a pesar de la diferencia generacional que los separaba, existían unos hilos invisibles que los unían de forma permanente, entre confidencias personales e inquietudes artísticas: el amor y la pasión por el arte. Gracias Pepo por la huella imborrable que nos has dejado y allá donde te encuentres seguro seguirás compartiendo y repartiendo tu gran genialidad. Hasta siempre Pepo, hasta siempre Rueda, os recordaremos siempre.

Septiembre 2021 Pepa Rueda Carsí

Retrato y homenaje a Rueda de José Ballesteros Campos.